Había demasiado humo en aquel bar. Salió, se tambaleó y agarró la moto. Arrancó los espejos de los coches aparcados en línea y partió la bola de la maneta. Gritó un nombre de mujer. Hubo un vacío, un silencio. El motor sonaba acelerado, iba a reventar, pero él ya no estaba en la moto. Unos metros __________ y de las luces salían voces: ¿te encuentras bien? Tranquilo, te vamos a sacar de aquí. Ya no estás solo. Sentía presión en los ojos y pensaba en aquel pueblo de Portugal, aquel de la cuesta y la playa. Aquello le significó vida. ____________ Nada más. La televisión sigue emitiendo basura y en los patios huele a cocido madrileño. Madrid, 17 de octubre de 2010 Antonio Misas
La realidad es lo que se puede describir con el lenguaje, es un lenguaje descriptivo, no la realidad en sí. Por eso “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” Ludwig Wittgenstein