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Mostrando entradas de 2011

puede que alguien viajara sin billete de vuelta en ese tren

En un vagón de metro, el viernes treinta, la chica menuda iba leyendo Wilt sentada entre dos tipos con cara de que se daban cuenta, que el mundo era solo un yogurt perdido.  Los viernes la luz del metro alumbra tus zapatos, y en ellos se puede ver la suciedad de toda la semana. Puede que Wilt en ese momento se encontrara en una barbacoa a punto de tener problemas... cuando la chica menuda levantó la mirada y nos dio un repaso a todos. Supongo que pensó; es el último viernes del año y son las ocho, el metro no refleja la alegría que hay en las calles. Nos miró con arrogancia y vio tipos resignados a su suerte, acojonados por los nuevos del Gobierno, tipos tristes atrapados en el tedio de su vida, que beben cerveza y tratan de ignorar en todo lo posible a su esposa... Nos bajamos en Alonso Martínez y vi como la chica se perdía entre la gente por los interminables pasillos del mundo suburbano de Madrid, donde nadie vive, donde todo el mundo lee o piensa.  Al salir a la calle, sent

Beautiful day

Okupado un edificio de la calle Escorial de Malasaña para convertirlo en centro social Iba por la calle Escorial y me detuve a leer el cartel que cuelga del centro social ocupado 16.0. A principios de diciembre leí en la prensa que el consejero de economía y hacienda le comunicaba a la delegada del gobierno de Madrid que “lo que está en juego es el respeto al estado de derecho”. A las nueve y media de la mañana había paz. Nadie que pudiera reparar en la pobreza que va dejando el estado de derecho  en las calles. En los semáforos te miran los ojos de los pobres.  En las aceras están quietos con carteles que dicen; “tengo hambre” . Ya se pueden ver por Madrid algunos de los ciento cuarenta y dos   autobuses sostenibles   que compró el Ayuntamiento  este año.  Cuestan cincuenta y dos millones de euros. No hemos vuelto a tener noticias de los   comedores de beneficencia , albergues y centros de ayuda. Al Principio los telediarios hablaban de eso. Iba a reunirme con aqu

no tuve tiempo...

Fotografia, Antonio Misas 15/12/2009 No, no tuve tiempo de enviarte flores. Te envío esta foto en la que puedes ver lo bonito que está el   jardín   a mediados de diciembre, es de hace dos años, pero no importa, las cosas me van mejor ahora, mucho mejor. Como te conté en otras ocasiones, la vida me va muy bien en Madrid, no me puedo quejar, no me falta de nada. La mayor parte del tiempo la paso dedicado a la lectura. España es un gran país lleno de oportunidades. Un país donde uno puede soñar que es alguien.  Madrid, 8 de diciembre de 2011 Antonio Misas

Melissa officinalis

Aquel día la chica pensó que incluso los días que vivimos con la ilusión necesaria, nos damos cuenta que también cargamos con nuestras propias frustraciones. Las que por las noches ponemos en el florero de aquellos que nos quieren, para que con mucho amor se vayan convirtiendo en flores, porque nuestros seres queridos con su indulgencia, son los placebos que nosotros no podemos permitirnos, esos que nos alivian en momentos inconvenientes de nuestra existencia.   En su casa, hizo las cosas a salvo, arregló la habitación,  tocó un poco la guitarra, echo de menos a su perro,  y con ello, se resguardó de las decepciones que le había provocado aquel  maestro que la  juzgó duramente aquel día. Canalizó la pérdida  para no contrariar a la razón, ni a las cosas que quedaban por hacer. Ella tuvo un día triste, lo iba viendo venir pero no quiso evitarlo, no se dejo domesticar con esto de la escritura y pensó que renunciar era cerrar la puerta al porvenir. No reparó en que el porvenir n

medio dólar

Para Andrés Prieto Felipe  En cada semáforo hay una chica con botas altas. Álvaro va detrás contando taxis. Yo he sacado el medio dólar porque hace tiempo que perdí  los amuletos del pensamiento. La otra mitad la tiene Andrés en el Norte. Ya no recuerdo cuándo y dónde lo partimos. En la noche de Malasaña el público está esperando a vivir y es imposible aparcar. El medio dólar formaba parte de nuestra fortuna en aquellos días en los que comíamos un menú en la Ford o en el bar Azul. En los mismos en que desde el cueto de San Bartolo, oteábamos a unos muchachos que les daba igual tomar un burdeos en el Quartier Latín de París, o unos vinos de la tierra de León, en Astorga. Eran años en que empezábamos a detestar Madrid y solíamos ir a Villameca. En la mesa de la casa de tus padres, Pedrín dijo una vez; “A mí el chorizo cocido, lo mismo me da meterlo en la boca que tirarlo “pa” la carretera “y eso que decía Pedrín, hoy, muchos años después, es la vida.

Se ocupó la vida...

Para María Misas  Se ocupó  la vida...  y después el desarraigo cuando me dijiste “los misas tenemos maldición, yo creo....”y entonces volví a ver posarse en todos nosotros el estigma de Caín.     Hace años intenté apartarme de todo eso y de todos vosotros, y me dio por especular con que cada vez que podíamos volver a vernos y no lo hacíamos, tal vez aprendíamos a salvarnos, y a pensar que vernos era la piedra con sangre.   En aquellos años para darme pena me tenía que emborrachar porque si no era incapaz. Nuestro corazón era también una garrafa de plástico llena de sangre maldita. Y había en nuestro apellido un veneno que respirábamos, que masticábamos... y hasta en nuestra voz había un poco de maldición ¡joder! A mí me confundían al hablar con tu padre y a los dos con nuestro padre, y los tres tenemos la misma estatura ¡Quién sabe cómo sería la voz y la estatura de su padre! aquel que nos trajo todo esto... y hasta lloraba desconsolado por el dolor que me producía esta maldita

Hollywood

“La película no ganó nada en Cannes. Y  Sarah empezó a plantar flores y otras verduras en el jardín. Y  nuestros cuatro gatos nos observaron con sus diez hermosos ojos”.  Años antes había dicho: "tengo dos opciones, permanecer en la oficina de correos y volverme loco… o quedarme fuera y jugar a ser escritor y morirme de hambre. He decidido morir de hambre” Y todos a los veintipocos queríamos ser alguien mejor que él porque hasta decíamos que escribía basura.  Todo el día borracho y follando y escribiendo la mejor poesía, que sacaba de sus entrañas empapadas en vino barato. La resaca nunca le impidió lavarse cada mañana, asearse para salir al mundo y amar y odiar a sus semejantes. Y estos blogs no sé si me recuerdan esas cosas que él decía y otras cosas parecidas.  Madrid, 1 de noviembre de 2011 Antonio Misas

Esto no es

En una aldea remota de China...

eso imagino cuando el chino ayudante me sonríe y nos cruzamos un saludo al salir de la tienda de chinos donde trabaja cada día. Siempre le doy vueltas a estas cosas de camino a la tienda de los viejos. Bajo por San Andrés, paso la plaza y giro en la esquina de la Calle de la Palma. La cera es estrecha y en los adoquines de la calzada tienen una pizarra que pone con tiza: patatas de león, 0,39€ el kilo...  y mientras resisten y recuerdan su vida entera... dicen que se dan cuenta que nunca imaginaron que algún día, unos chinos, llegarían para quitarles el pan.  Y yo miro a los viejos y a las patatas y pienso cuando el chino ayudante me sonríe.   Madrid, 21 de octubre de 2011 Antonio Misas

Otra vez 7 de octubre

Para AOZ Te esperé en la esquina del Molly Malone hasta que se hizo de noche. Del maravillas salía la gente como siempre cuando salen del teatro, hablando de lo que ha sucedido en la obra de su vida y haciendo planes inmediatos para adaptarse a la realidad colindante. Poco a poco la calle se fue vaciando de gente, ya no es verano, y la noche regresa pronto y fría. Yo me acomodé en el tiempo que le quedaba a un jueves detenido, y me agarré al silencio del banco de la puerta. No te pude ver porque nunca viniste, aunque te soñé mil veces viniendo y cuando me di la vuelta, te abracé muy fuerte como si nunca me hubiera dormido.  Madrid, 7 de octubre de 2011 Antonio Misas

“claras de huevo en un bowl"

Para Melissa - M Marlene se largó un día y dejó a todo el mundo huérfano en este sanatorio. No hacíamos más que mirar por la ventana a ver si la veíamos regresar con las cazuelas. Pero en la calle vacía no hay figuras ni sombras y en el jardín de atrás solo los gusanos se comen las manzanas.  Empezamos a hacer eso de vivir sin ti. Fuimos desaprendiendo hasta arrancarnos las ilusiones y quedarnos desnudos. No nos acostumbramos a leer filetes como suelas de alpargatas. Incluso en una ocasión, soñé que yo era Randle McMurphy y por la mañana quise matar al cocinero. En la mesa de la cocina permanecen las últimas fresas con crema muertas junto al amor de las moscas. Nunca había visto a nadie escribir tan bien, con tanto amor, en las cazuelas.  Madrid, 4 de octubre de 2011 Antonio Misas

el mundo exterior

Mi madre me dice que la prensa habla de la inauguración en San Sebastián del Basque Culinary Center, la primera Facultad de Ciencias Gastronómicas de España.  Mientras me   tomo el café, pienso en aquellos primeros años, en los que de la mano de mi madre, empecé a tener conocimiento del mundo exterior: Tazas sucias de café negro y cajas vacías de centraminas, libros abiertos de Ingeniería, folios con notas y bolígrafos bic, bragas usadas de alguna chica sin nombre y camas desechas, cortinas tupidas siempre echadas y ceniceros con montañas de colillas, ese era el olor de las bombillas de cuarenta vatios en la oscuridad hasta que mi madre descorría las cortinas, abría las ventanas y el sol entraba, apagaba la luz, intercambiaba algunas palabras con aquellos estudiantes de Caminos a los que limpiaba el piso y se ponía a la faena. Eran de Burgos y Valladolid, me decían que venían de la meseta. La meseta era el frio. Después bajaba a Puerto Chico, al restaurante La Marina y trabaja

El Director General

Aquella mujer le estaba hablando pero él no dejaba de contarme los secretos de su éxito... Cuando uno va con retraso se convierte automáticamente en un retrasado. El desinterés por las cosas hace que le lleguen más tarde las noticias, aunque nunca  llegue tarde a las opiniones sobre este u otro asunto, incluso algunas cosas pasan totalmente desapercibidas y simplemente ni se entera, pero tiene la capacidad de opinar con total libertad sobre ellas sin que nadie se percate. La vida es como un puto test gigante, decía, pudiendo ver las respuestas, no son necesarias las preguntas. De la misma manera le parecía fácil adivinar a los demás cuando  hablaban. Así ha sido siempre su vida, desde párvulos,  pero no le vino dado desde un principio, fue una decisión suya  en un momento de la existencia. Su madre le llevó a que le evaluara un equipo de sicólogos porque los profesores ya no podían traerle del más allá, decían que siempre estaba en la higuera, en otros asuntos que no venían a cu

Madrid Rio

Hay días en los que hasta el Manzanares parece un rio y cuando las Gaviotas de la curva del Calderón se posan en el pequeño arenal, hasta se puede soñar con el mar.  Hay un Gaitero practicando en uno de los ojos del puente de la Reina y.… me parece ver brillar la coraza de Octavio Augusto junto a las puertas de las termas de Cimadevilla...  el Manzanares yace casi detenido en su lecho, en las esclusas, en la espuma sucia y en el olor a cloaca.  Los hombres van ignorando al rio por el paseo nuevo de la ribera como a un cadáver tirado en la cuneta, olvidándolo y hundiéndolo en su cauce como si el muerto, a nadie le importara.   Los hombres están en otras cosas. Subidos en sus bicicletas luchan contra la vejez y el tiempo, contra el estrés de la gran ciudad...     Los hombres respiran el hedor del rio y deambulan ciegos.   Madrid, 23 de septiembre de 2011 Antonio Misas

... a las dos

me encontré con aquel tipo por la acera. Salía de la tienda de la china de comprar melocotones de los caros y pan de picos. A la hora de comer la ciudad parece más sincera, los hombres y las mujeres se relajan y hay más de cierto en sus conversaciones.  Nos comimos juntos aquellos melocotones y me contó lo duro que es permanecer en un desinterés general por las cosas, haciendo equilibrios en el vacío, no pudiendo disfrutar de un pequeño trozo del pastel del mundo. Vagaba por las calles buscando permiso, perdón, voluntad de algo nuevo, una mirada que le pudiera conceder un poco de descanso.  Hubiera sido más fácil tener una ambición, un destino, se veía condenado a mantenerse en el camino, a observar sin alivio.  Antes de irse me dijo; "No hay sol sin sombra y es necesario conocer la noche" y siguió andando por la acera.   Madrid, 7 de septiembre de 2011 Antonio Misas

...

Aquel tipo se iba quedando en blanco por una acuciante perdida de interés.  Notaba que el tiempo de los ejercicios se había acabado y dudaba de si el verdadero propósito de este asunto del blog, fue simplemente ejercitarse y volver a intentar escribir algún día en serio o, simplemente fue un mundo de egos absurdos donde se atascó.  Ya no veía utilidad en seguir con una búsqueda de algo que definitivamente no encontró.  Era como volver atrás en los años, luchar para salir al fin de la necesidad de demostrar nada a nadie.    Tal día como hoy decidió aparcar el blog, se bajó, cerró la puerta y se fue andando por la acera.  Madrid, 5 de septiembre de 2011 Antonio Misas

él ha visto crecer rosas negras en sus pulmones, nunca verá automóviles eléctricos

Aquel viejo se sentó conmigo al verme fumar un cigarrillo en el banco de debajo de su casa. Mirábamos al escaparate de la tienda de motos y veíamos a la gente pasar. Me contaba que fumó mucho durante toda la vida, que ya no, que ahora tenía que dormir con oxígeno porque si no, se asfixiaba. Tenía ochenta y cinco años y estaba condenado a acudir al médico cada día. Yo me encendía un cigarrillo cada poco tiempo mientras le escuchaba relatar su vida. Había sido camionero hasta que se jubiló. Hablaba con pasión del Pegaso Comet, del Barreiros y hasta de un Leyland con el volante a la derecha. De los miles de cigarrillos que se fumó en la cabina de aquellos camiones con motores que hacían ruidos infernales por todas las carreteras del país. Incluso una vez había viajado a Francia.  Aquel día, el viejo disfrutó de lo lindo viéndome fumar...  cuando arranqué la moto le vi que me miraba como a un familiar que ya nunca volvería a ver. Antes de desaparecer, cuando me paré en el ceda el paso d

Lo difícil que es poner la funda de la almohada grande...

para de noche apoyar la cabeza y buscar el sueño contando Mamuts, cosas grandes. Elefantes que son tú y que tocas con la punta de la lengua mientras un muro no los deja pasar entre tus dientes. Estar en el sueño queriendo querer hacer algo para que te llene los huecos de años que se fueron en vivir...   Y a las siete de la mañana te pones el mismo café que nunca sabe igual porque te pasas con el azúcar o porque está más fuerte o más flojo, o porque nunca te importó la marca de la leche desnatada... y te enciendes el mismo cigarrillo para que te golpee en los pulmones y te baje un poco la tensión con las primeras caladas que te arrebatarán parte de la vida que te queda.  Y piensas que donde hoy hay sol, hubo quebraderos de cabeza y líneas que no te atreviste a cruzar. Siempre en la carretera del mundo, desorientado, aplazando los proyectos, la escritura... culpando a los elementos y las circunstancias adversas.  Poniendo excusas. Te detienes a pensar en la ducha en toda l

“Le vrai Dieu, le Dieu fort, est le Dieu des idées.” (Alfred de Vigny). "Yo sé bien que el Dios fuerte es el Dios de la idea"

Pour Dorothée et Pablo Nous sommes allés dans la Place du deux mai. Ils sont venus aujourd'hui. Ils disent qu'à Paris il pleut. Ils sont mes frères, mes amis, qui sont venus comme l'air frais. Madrid est un four où on cuit le pain dur, les idées rances, le plus grand découragement.   La trentaine commence à être un lieu confortable pour lui, mais elle ne veut pas s'arrêter. Elle pense que la vie peut être un lieu paisible où nous ne devons pas baisser la garde. Elle est le moteur qui le complète. Il l'observe avec dévotion, avec le vrai amour. Je n'oublierai jamais ce moment où ils m'ont permis de voir l'avenir et le présent ... en attendant je voyageais déjà en route, dans un vieil autobus des soixante-cinq, en regardant par la fenêtre du monde, la déception des hommes, l'échec dans les visages des hommes. Ils savent qu'il est pour moi très important de ne pas être invisible et savent, que nous nous retournerons à voir le dix

Wish you were here...

hacía muchos años que no lo ponía en el plato... y esta vez sabía que  David Gilmour le hablaría a él, le reprocharía por última vez su miedo.  No fue, en la última mano no quiso ir y lo perdió todo. Se acojonó con aquel Full y lo perdió todo. Tanto tiempo intentando cambiar...  el viento solo soplaba en la noche, al final solo respiraba en la noche. Pensaba y vomitaba. Los círculos de aquellas ideas parecían marearle... el resentimiento le iba excluyendo. Qué puta ruina y desesperación más absoluta. Escribiría su vida perra en una papelera de una calle cualquiera antes de matarse, al fin y al cabo, Madrid era la misma mierda que cualquier ciudad con la que hubiera soñado morir en el pasado. Ya estaba solo, sin nadie y sin nada. Fracasado, frustrado y arruinado... las decisiones le habían llevado a estar peor, la última había sido el miedo a ir en aquella mano... cogió un puñado de somníferos, pensó que nunca más volvería a estar solo, y se los metió en la boca, pegó un trago a la b

This is the last time

Para CeCe  Solemos ir al arco iris porque a todos nos gusta Keane y porque tiene una pequeña pista donde las chicas se alegran. Además, el dueño, que es un tipo que está de vuelta, nos deja fumar. Ella se ve bonita. Cuando baila, sus caderas agitan el aire, el mismo aire que me está invadiendo y lentamente va condensando su hermosura en mi costilla. Hermosura, que sin remedio, trepa a mi corazón para quedarse. Su cintura va encendiendo la fundición del mundo mientras mi corazón cruza ya lagos amargos. Las luces, la alumbran, acarician su melena negra. Ella observa el espacio sin reparar en nadie, apartando así del paraíso a toda la humanidad. Detiene el movimiento del cuerpo lentamente. Huele a sudor y a perfume. Levita su belleza como una doctrina ineludible y ese olor a hembra será ya el bálsamo del que se impregnará mi memoria y el tiempo... _¿En qué piensas? _ En nada _¿Has visto a mi mujer? _Si, está ahí... bailando. Madrid, 2 de julio de 2011 Antonio

Buenos Aires...

me falta esa ciudad. En la taberna de abajo aquel tipo pensaba en esas cosas. Había estado en el cine viendo Carancho. Le gustaba ver a Ricardo Darín, podía meterse en su pellejo y ser otro en otro lugar. Todas sus vidas en las películas eran un escape... como beber. Siempre había oído que Buenos Aires se parecía mucho a Madrid y el cine le permitía viajar allí. En la taberna pensaba en esas cosas. Había ido al cine después del trabajo. Aquel día había trabajado en el Gran Café Comercial dando un extra, y aquel día el encargado le dijo que no volviera. Cuando le pidió explicaciones, el encargado le respondió; no te quiero ver más por aquí. A última hora se vio envuelto en la pelea, estaba como una cuba y nunca sabía por qué le pegaban, nunca recordaba lo que decía o a quién faltaba... solo pensaba que los borrachos, como los niños, nunca mienten. Salía de la taberna dando tumbos y pensando en esas cosas. Llegó a casa y su mujer le dijo; ¡apestas a alcohol! Rompió una silla c

en el frio calor del metro...

imaginé a aquella señora en algún lugar árido del cono sur recogiendo el fruto de una tierra estéril, mirando al cielo con los brazos alzados y ofreciendo a Dios con sus manos apretadas los terruños secos. Dio un pequeño discurso antes de empezar. La amabilidad de sus palabras, contrastaban con la dureza de su expresión.  Empezó a aporrear la guitarra y con una voz áspera y masculina se dispuso a interpretar canciones populares. Cuando el tren entraba en una estación hizo un gesto violento y dejó de cantar, ocultó la guitarra junto a sus piernas, se agarró a la barra y disimuló haciéndose pasar por una pasajera más. En el andén, el vigilante de seguridad prefirió seguir mirando a las chicas que se apresuraban a entrar en el vagón. En los túneles reanudó la actuación, pero la siguiente estación estaba tan próxima que enseguida recogió los bártulos y salió a toda prisa para intentarlo en el siguiente vagón, olvidando recoger las monedas que los pasajeros ofrecían. Cuando cruzó las

Handke, breves metros de calle

Los adoquines de Malasaña son páginas escritas del chino del dolor. Tropiezo a propósito con los viandantes que se van cruzando por otra ciudad que voy pariendo, desordenada, desdibujada, con planos de ruido y de vértigo. El árbol feliz arde, arde porque va mezclándose con las llamas de los contenedores de reciclaje que alguien quemó en otro espacio del tiempo en el ya no estamos, ahora arde, y al arder, sus ramas se aferran al fuego para ser raíces hacía algún lugar triste en el cielo. En el teatro Maravillas no pone tócala otra vez san, pone el miedo del portero al penalti. Madrid, 4 de junio, de 2011 Antonio Misas

Es NORMAL

Miro hacía esta pequeña y ordenada revolución con auténtica simpatía. Lo que más pena me da es que en estos últimos años, no puedo concretar desde cuando, venimos viviendo “eso” que coge todo lo que ocurre y lo NORMALIZA; es normal, es normalmente democrático que los políticos prevariquen, roben, mientan, no cumplan sus programas, e incluso nos quieran hacer ver que lo que está pasando no es lo que está pasando. Que el sistema judicial se contradiga constantemente y se haya convertido, sea, una guerra partidista. Que los medios de comunicación se premien por las audiencias y favorezcan o derroquen presidentes. Que los consejos de administración de las grandes empresas se demonicen con el valor de las acciones y condenen a los infiernos a plantillas enteras. Que estas mismas empresas persigan la EXCELENCIA y entre sus valores hablen de HONESTIDAD. Que los grandes Bancos campen a sus anchas y que los visionarios financieros estafen a los ahorradores y tantas cosas más que nos indignan.

junto a las flores y el tiempo

                            José María Lozano Urresti, mi amigo "Pichi"  para "Pichi" Me dijo que yo era un espíritu libre. Madrid huele a flores, le dije, a emoción y a tristeza. Me gustaría saber el nombre de todas las flores, me dijo.  Los del ayuntamiento riegan los jardines y el camión cisterna interrumpe un carril. Miro por la ventanilla a esos hombres que cuidan los jardines y me pregunto si sabrán los nombres de las flores...  ¿Quién hubiera podido ser yo si no hubiera sido este que soy? ...  Hace treinta años Cesar nos enseñaba los nombres de los árboles. Nos enseñaba nombres de montañas. A mí me gustaba mirar la Peña Santa de Castilla, decir Collada Bonita. Me gustaba dormir en Cabaña Verónica. Descender por Horcados Rojos. Fotografiar Rebecos...  Después, la vida empezó con sus mutilaciones... Mallorca y Menorca... no tuve valor para encadenarme a las rejas del Gobierno Militar... todo el mundo decía que había que integrars

She has no time

Algo no suena bien por dentro, el corazón no bombea al ritmo de las cosas cuando paso por los túneles de la eme treinta. Llevo la brecha abierta de la última conversación. Bajo a vela, como si navegara. Eso es Keany en la pista siete. Buscar el ritmo de las cosas. Es solo una canción a todo volumen que hace retumbar la chapa azul marino de las puertas, como si fuera el mar. El desasosiego viene en la Harley Davison que pasa por el túnel y desgarra un poco el tema cuando dice; She has no time, She has no time... She has no time. Salgo del túnel por la cuesta de San Vicente y me deslumbra el sol. Me cago en todas las putas de la casa de campo y en el alcalde de los cojones que ha cerrado todos los accesos que la atraviesan. Eso te obliga a bajar por los túneles a setenta, esa es una circunstancia que hace que de vez en cuando te embarguen la cuenta corriente. Vuelvo a la pista siete en el semáforo de la Plaza de España para curarme de tanto resentimiento... “Crees que en t

el valor del hombre vencido

Puede que aquel tipo hubiera malgastado todas sus ilusiones mientras fue viviendo. Dedicado a la política, vivió las diferentes etapas del Socialismo y participó activamente en el partido desde su primera juventud. Fue secretario general y presidente del gobierno, y cuando después de tantos años, se encontró con tanto dinero en el Banco, supo que algo no había salido bien. Al principio estaba tan enojado con el poder mediático, con la corrupción de los que le acompañaron y se habían ido quedando en el camino, con tantas cosas que no habían dado el resultado esperado, que no se dio cuenta hasta mucho tiempo después. Ahora se miraba al espejo y veía en su mirada a un hombre vencido. Veía los surcos que le habían dejado tantos años de preocupaciones y una resignación e impotencia. Se acabó de anudar la corbata, puso su mejor sonrisa y salió a presentar su último libro. Habló con elocuencia como lo había hecho siempre. Algún periodista se atrevió a decir que ironizó cuando dij

libres e iguales

Aquel hombre pensaba en los años del advenimiento de la democracia, como si el mismísimo Jesucristo se las hubiera arreglado para poder estar entre nosotros, y hubiera participado en el preámbulo y en los primeros artículos de la constitución del setenta y ocho. Incluso entonces pensaba que Jesucristo fue el primer socialista de la historia. Ahora le parecía que era el diablo el que nos rondaba y que éste presidia los consejos de administración de todas empresas y hasta en sueños le oía decir: “los resultados son paupérrimos, hay que despedir a unos cientos de empleados más, que se encargue de ellos el estado mayor”. Se despertó sobresaltado en los soportales de las torres de Colón, alguien le había robado la manta que le abrigaba.    En sus sueños, el diablo iba vestido de rojo.   Aquel tipo dormía en la calle desde hacía unas semanas, desde el último crak de Nueva Rumasa. Unos meses sin cobrar la nómina y se tuvo que ir a pedir. Estaba convencido que toda una vida hacien

_Es irrelevante que te diga...

que el sol me ha dejado en la retina el dibujo de un corazón imperfecto. Que cuando sale el sol, la calle es como un anuncio de suavizante para la ropa. Que he visto tres Triumph Bonneville en la Calle Almagro. Que paré mi bicicleta y me fumé un cigarro... que sigue aumentando el paro y que los precios de todos los servicios básicos han vuelto a subir... que a pesar de todo miro con escepticismo este caos, esta ansia que tiene el poder por tomar el control de nuestras libertades, el relumbrón de los banqueros, y los guiones que Ángela Merkel le entrega cada semana a Zapatero, los nuevos intereses de los gobiernos, las revueltas del mundo árabe, la guerra de Libia, Fukushima... Que ya nada será como antes... y, así y todo, sigo creyendo firmemente que llegará un día en el cual desaparecerán las verdades evidentes. Madrid, 2 de abril de 2011 Antonio Misas