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Mostrando entradas de enero, 2015

el techo blanco

En la plaza huele al aceite de los churros y la gente hace cola junto a la furgoneta. El churrero a estas horas está muy atareado y nada hace pensar que un domingo de enero no sea un hermoso día de invierno en Madrid. El efecto de la nieve en las montañas parece que acorta las distancias. No hay nada parecido al frío, no hay nada parecido a eso, nada.  Me pregunto a dónde irán los pobres con este frío. ¿Qué piensa un hombre cuando deambula con su abrigo raído por las calles de una ciudad? Seguramente en que no hay un por qué para existir aunque estés vivo. Toco la madera de la mesa. Bebo del café humeante y fumo sin respuestas.  Nadie discute que hay belleza en ese efecto de la nieve que nos acerca las montañas y que la vida también suele estar salpicada de desdicha.     No he vuelto a tumbarme en la cama a escrutar el techo blanco, los detalles de la lámpara, las imperfecciones de las cortinas, y a través de la ventana, ver los aleros donde reposaban las Palomas. Madrid,

madrugada de cigüeñas

Salió de aquel lugar y no volvió la vista atrás, allí dejó a los cigüeñas que se hicieron cargo de él en las últimas horas de la madrugada para que no estuviera solo cuando R se marchó. Le acompañaron durante ese tiempo muerto que debería de haber pasado durmiendo antes de ir a buscar a V.  Estuvo con ellos en su fiesta, esperando al amanecer que le llevaría otra vez a la rutina. No pudo dominar esa intrusión de pensamientos que hacían que no estuviera del todo en el lugar en el cual se encontraba. Durante los momentos que pasó con ellos no paró de darle vueltas con el dedo al hielo del gin tonic. Se le fue pasando el tiempo en eso de no saber vivir, de no saber qué hacer con aquello tan fundamental de su vida que últimamente le venía atormentando, y sentía que se le derramaba sobre las ideas como una balsa de aceite, crudo y espeso, que le asediaba y le producía un decaimiento que no solo era propio de aquella noche, si no, de todos los desvelos de la madrugada. La luz tenue, las co