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Mostrando entradas de febrero, 2015

El candidato

                          Fotografía. Madrid. A. Misas 2009 El tipo no recordaba cuando se le quedó vacío el ideario que siempre tuvo y manejó sobre los sueños, algo de ilusión por alguna empresa o estado de la existencia (se sintió presuntuoso). El mundo conocido se había convertido en una habitación diáfana. La opción y opinión de las demás personas no captaban su interés. Los medios de información, la contribución de estos a la democracia habían vaciado cualquier asunto de sentido. Le parecía que todo, como el jamón, estaba sobrevalorado. Pensó que no llegaría a ningún lugar porque hacía ningún lugar se dirigía. Sin embargo, aceptó ser el representante de la comunidad en las próximas elecciones, se inventó un interés, una opción, puso las dos manos en el fuego por algún amigo y se subió al tranvía.  Madrid, 13 de febrero de 2015 Antonio Misas

"BLACK CARD"

                              El tipo miró la hora en su reloj con una pose de distinción. Se notó cierto orgullo en su ademán, orgullo de sí mismo y orgullo de las cosas que había conseguido y que daban estatus y luz a su persona. Disfrutaba de los juguetes de la vida y de la inteligencia necesaria que hacía suponer una considerable posesión de bienes, objetos, y mucho dinero. Aquel reloj bien podría ser un Patek Philippe, detalle que pudo observar el sumiller cuando con diligencia procedió a servir el Blanc de Noirs Bollinger Vieilles Vignes Francaises del 97. El tipo, miraba y sonreía a la mujer rubia que le acompañaba. Les sirvió, y antes de brindar, en sus ojos, en los ojos de los dos, relumbró la complacencia. Antes de entrar en el Mercedes SL 500 cabrio dejó un billete grande de propina al aparcacoches. La mujer, al acomodarse en el automóvil dejó ver por entero las piernas y levemente las bragas. Él la miró esta vez con lascivia y su dentadura perfecta y blanc