“…pocas cosas son tan agradables como que te pidan que básicamente no hagas nada más que dejar que todas las cosas buenas te sucedan como por pleno derecho.” Lo dice Frank Bascombe en “El día de la Independencia” novela de Richard Ford. Cuando vi fumar a aquel Yogui me quedé sorprendido. Creía que no fumabas le dije, y él me dijo, estoy experimentando los efectos nefastos que el tabaco produce en el metabolismo. Apagó el cigarrillo en el cenicero, agarró el paquete de fortuna y encendió otro, así hasta siete. Bajé por la escalera hacia el garaje donde estaba instalada la sala de yoga y me detuve en el descansillo para leer algo de la biblia apócrifa que tenía en el atril. Toqué las páginas abiertas y pensé en las verdades y mentiras que habría dentro de aquel libro, en los intereses de la Iglesia católica, en todos los hombres que habrían seleccionado aquellas historias casi perversas y en el tiempo que tardaron en difundir aquel libro que no le interesaba prácticamen
La realidad es lo que se puede describir con el lenguaje, es un lenguaje descriptivo, no la realidad en sí. Por eso “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” Ludwig Wittgenstein