Para Eduardo A nadie le importa nadie, pensé cuando me dijiste que te sientes olvidado por esos amigos que un día fueron tan valiosos para ti y por una parte fundamental de la familia que no acepta tu forma de vivir. Y yo me quedé en silencio, escuchándote, observándote y pensando en lo que tú pensabas, pensando en todos ellos, en sus razones, en ese egoísmo que me dices, en su indiferencia que recargan de molestia, de malestar cuando te ven y tienen que pasar unos momentos contigo. Enseguida te censuran, te reprenden y te dicen como deberías comportarte . Me quedé pensando en esas cosas y me vinieron a la cabeza los versos del Último Fragmento de Carver, siempre me vienen: ¿Y conseguiste lo que querías de esta vida? Lo conseguí. ¿Y qué querías? Considerarme amado, sentirme amado en la tierra. Después comimos unas anchoas saladas sin un buen trozo de pan y continuamos hablando de nuestras cosas. Madrid, 29 de marzo de 2016 Antonio Misa
La realidad es lo que se puede describir con el lenguaje, es un lenguaje descriptivo, no la realidad en sí. Por eso “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” Ludwig Wittgenstein